San Francisco nació en Asís el año 1182, de padres ricos y burgueses, comerciantes en telas, Pedro Bernardone y Madonna Pica. En su juventud se crió en un ambiente de mundanidad y se dedicó, después de adquirir un cierto conocimiento de las letras, a los negocios lucrativos del comercio. Fue un joven alegre y aficionado a las fiestas, pero dentro de la corrección y la honestidad, y por más que se dedicara al lucro conviviendo entre avaros mercaderes, jamás puso su confianza en el dinero y en las riquezas. Dios había infundido en lo más íntimo del joven Francisco una cierta compasión generosa hacia los pobres, la cual, creciendo con él desde la infancia, llenó su corazón de tanta benignidad, que convertido ya en un oyente no sordo del Evangelio, se p
ropuso dar limosna a todo el que se la pidiere, máxime si alegaba para ello el motivo del amor de Dios. (LM 1,1).